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Un ítalo-argentino polifacético
(primera parte)

La figura de quien hablaremos se llama Cristiano Santiago Argentino Rattazzi Agnelli, de nacionalidad argentina e italiana, un dirigente empresarial con claros antecedentes en el automovilismo deportivo de alta competición.

La familia Agnelli en Italia tiene nada menos que seis hijos. Giovanni Agnelli, de profesión piloto y mecánico, funda la Fiat (Fabbrica Italiana Automobili Torino) en Turín, región del Piemonte del noreste italiano. Uno de esos vástagos es Eduardo, padre de Susanna, quien se casa en 1945 con Urbano Rattazzi Jr. y emigran en 1947 a la Argentina.

Cristiano Rattazzi nació el 25 de septiembre de 1948, en la Clínica Bosch de la ciudad de Buenos Aires. Tercero entre sus hermanos: Ilaria, Samaritana, Delfina, Lupo y Priscilla.

La infancia de Cristiano transcurrió en Balcarce (nombre oficial: San José de Balcarce), en el sudeste de la Provincia de Buenos Aires, entre sierras y la producción agrícola ganadera. Allí se encuentra la estancia “Los Cardos”, cuyas instalaciones abarcan 2.900 hectáreas en el partido bonaerense.

De niño, jugaba con un autito americano de motor color cielo que era su predilección mayor. El color cambió -por una circunstancia familiar- luego de muchos años, lo que provocó su enojo en una divertida anécdota en su familia.

El pequeño Cristiano estudió en una escuela rural antes de partir a Roma, en 1963, donde comienza a cursar en la Scuola Media e Ginnasio Istituto Massimiliano Massimo, semillero intelectual de la clase dirigente italiana, para luego pasar al Maturitá Classica - Liceo Navale F. Morosini, en Venecia, finalizando en 1966. Su madre Susanna, conocida como “Suni”, intenta ubicarlo en las tareas de presidir el Imperio Fiat, acercándolo a países como Francia y la Argentina.

A los 18 años… ¿...Ya manejaba…?

El piamontese Luca Cordero di Montezemolo, su amigo personal, lo incentivó a correr juntos las carreras que se disputaban en aquellos años en el circuito de Monza. Se inscribieron con los nombres de “Nerone” y “Virgil” para evitar ser reconocidos por sus padres, con el tradicional Fiat 500 rojo debutan con un récord de vuelta. Rattazzi, nos cuenta que:

“…obtuvo tiempos hasta los de 1m20s 5. y añade: “…Andaban lindo y se podía doblar fuerte, pero en las rectas no viajaban a más de 140 Km/h... era muy poco…” 

Por entonces ya se conocía el flamante Fiat 124 Berlina, un auto de turismo que inició la propulsión clásica (ejes posteriores rígidos que provee a muelles helicoidales como amortiguadores siendo telescópico co-axiales) con motores de 4c. y 1197cc. 60 CV (DIN) de potencia. El Ing. Aurelio Lampredi comprueba la llegada (145 km/h) y el consumo de los automóviles.

Casi simultáneamente, hubo novedades. 

Al año siguiente, la ahora Fiat Auto SpA (Societá per Azioni) lanza el Fiat 125, con diseño similar a los anteriores. Alcanza los 1400cc. tenía palanca al piso, mezcla las suspensiones. Esos 90 CV DIN a 5.600 rpm. origina cuadrado, inclusive carburadores Weber 34 DCHE más Solex C 34 PAIA/3, invierte ambos lados. Su embrague era a mono-disco, freno en las 4r. direcciones a 10,8m. También, limpia-parabrisas eléctrico y lava-parabrisas. Se registra el peso de 960 kg. y sus neumáticos miden 175 S 13, instaurando unos 160 Km/h de velocidad. 

Momentáneamente, Cristiano y Luca acudían permanentemente al autódromo de pista. Hasta que llegó el momento de preguntarse: ¿...Por qué no incursionar en las millas…?   

Aparece la Targa Florio, de Sicilia, en que pudimos apreciar cómo los Fiat 124 Sport o el Fiat 124 Spider y su hermano Fiat 124 Sport Spider, fueron de la partida hacia el grupo GT1.6, anexo Coppa Città di Enna, y fueron incluidos en el World Sports Racing Prototypes de ese entonces.

Comienza como conductor

En el Campeonato de Europa de Rally, con di Montezemolo, Rattazzi prueba suerte a bordo de una Fiat 125, con el número 67, que era formalmente privado durante el desarrollo de la 18º edición del “Jyväskylän Suurajot - Rally of 1000 Lakes”, el famoso rally de los Mil Lagos de Finlandia, con sector de grava y saltos, en el que finalizan en el 40º puesto del resultado.

Luego compite en una Marathon de la Routes, las míticas “84 horas de Nürburgring”, en 1969, con tres participantes por vehículo. Los nombres de Rattazzi, quien en ese momento ya era estudiante, junto a di Montezemolo y Pino Ceccatto -piloto italiano de rally-, figuraban estampados en las puertas del Fiat 1608 cm³ que llevaba el número 33, alcanzaron un importante 9º puesto con 302 vueltas del recorrido final en estas carreras que se denominan “marathones”.

Al respecto, rescatamos un testimonio textual del propio Rattazzi sobre ese tipo de competencias decía: 

“…Es la primera vez que vengo, pero me parece muy divertido y pintoresco... hay que manejar bien la caja y moverse bastante; de todos modos con nuestro auto no podíamos ambicionar mucho. Cuando no llovía girábamos en 16 minutos y con la lluvia en 17 y medio, porque sino adiós gomas y frenos...”

Primer abandono

En el 14º Tour de Corse, (en ese entonces por el Campeonato Europeo), es de la partida con un Fiat 125 S, del grupo 1, France coeficiente 4, se corrió sobre terreno asfaltado y les asignaron el número 11 para ser de la partida.

La escudería italiana Jolly Club, que creó el ya fallecido Mario Angiolini en 1957, englobaba un grupo de amigos aficionados a los motores que reactivaban los deportes. Renatta, su esposa, lo acompañaba hasta correr las carreras en la división categoría femenina. En dicha escudería es presentado un joven Rattazzi, quien insistió para incursionar en el mundo de las competencias deportivas.

Siguió disputando rallies de altas velocidades, siempre junto a di Montezemolo, esta vez en el 9º Rally de Sanremo (puntable por Campeonato Europeo), donde compiten con un Fiat 124 Special y el número 24, sobre trayectos de grava y nieve. Aquí brillaron con un inolvidable 7º puesto a 26m. y 22s. del ganador.

Foto 2
El Jolly Club - Totip, de Robert Angiolini (hijo de Mario), volcó su accionar en pruebas y continuó las tareas de sus padres. Instantáneamente aquel éxito tuvo el auspicio de la ToTip.
  
No pueden verlo en acción corriendo en su país (Argentina)

La Fiat solicitó informes sobre el Gran Premio Standard, organizado por el Automóvil Club Argentino, que disponía de 6.000 Km. en su recorrido total. Se elige a la Patagonia como escenario y se contó con unos 191 inscritos para la prueba de regularidad.

La Fiat aspiraba a mandar a Rattazzi para este evento, pero los obstáculos no le permitieron venir a correr a su tierra natal. Entre las razones, mencionamos dos de fundamental importancia. Al equipo europeo le interesaba el rally más que la regularidad y los autos importados tenían una traba aduanera en el alto costo a desembolsar: nadie estaba dispuesto a costearse una alta suma de dinero que la participación demandaba. El segundo motivo era más estratégico: la extensa y veloz carrera no otorgaba puntos en los Campeonatos Internacionales.

El “tano”, como cariñosamente lo llaman en la Argentina, contraataca:

“...Quieres que te sea sincero. Sí, me siento más italiano que argentino. ¿…Per chè…? Credo que se puede entender por qué me resulta más fácil el italiano que el castellano. …” Y continuaba diciéndonos: “…Corría en rallies porque era la única categoría en la que no es necesario ser totalmente profesional y sólo los sábados y domingos me dedicaba a las carreras…”

En 1970 cambia de acompañante: el binomio integrado por Rattazzi-Fassatti apuesta al 39º Rallye Automobile de Monte-Carlo (también por Campeonato Europeo) con una Fiat 124 Spider, llevando el número 25, auto privado que competía en el International Championship for Manufacturers en pruebas de asfalto-nieve. Cesare Fiorio [h], del Lancia Company Team, observaba. Querían incorporarlo al equipo oficial para darle participación junto a los grandes pilotos que la escudería italiana convocaba en ese entonces.

Foto 3
Mediático es el twin-master

Rattazzi se adentra en el puesto de navegante de ruta y comienza a desentrañar el funcionamiento del twin-master, el instrumental de control de tiempo de las competencias de rally y regularidad. En el 30º Rajd Polski (Rally de Polonia), siempre con di Montezemolo, al volante del Fiat 124 Sport Spider y con el número 5, intervino en el grupo IV que ostentaban mayor potencia. Contuvo asfalto-grava que pertenecía al Torneo CoPaF (fuera de Europa) de esa época.

Cedida por el AUTOMOBILKLUB KRAKOWSKI © medalla oficial ceremonia entrega de premio durante RAJD cuya pieza es la original entregada a sus ganadores. En el 1º Sanremo-Sestriere - Rally d’Italia, realiza la misma tarea de navegante pero con Fiat 124 Spider, con el número 56, del grupo 3, perteneciente a la Scuderia Pinerolo Corse, en una superficie de asfalto abandonarían la prueba.

Con 22 años egresa de la licenciatura en economía de la Universidad de Luigi Bocconi - Milano y tendría recurrentes avisos de servicio militar obligatorio pero no logra hacerlo. Trabaja en la Fiat Concord S.A. - Stagiaire hasta 1971. Su puesto consiste en las divisiones comerciales de la firma.

En la Argentina, el mercado automotor lo regula la industria local. 

A todo esto, el fabricante obtiene centro de producciones a favor de leyes correspondientes. La filial, que en su momento fue la Fiat Someca Construcciones Córdoba, o simplemente Fiat Concord, le permite a nuestro protagonista vincularse con el sector empresarial local. El acontecer y la vida de Cristiano le traen de regreso a su país natal. Aquel viaje le permite seguir corriendo aquí, pues todo lo nuevo representa un desafío según nos cuenta:

“…Soy curioso por naturaleza. Todo lo que me llame la atención me atrapa absolutamente… Lo malo de esto es que me aburro muy fácilmente cuando algo ya me es familiar…”

La disputa Fiat-Peugeot

En 1971, con el nacimiento del Turismo Nacional y teniendo eco favorable en algunos, su objetivo se convierte en realidad. El Club Argentino de Regularidad desdobla los rallys criollos, en un intento de dar dinamismo a las competencias. Por otra parte, la Asociación de Volantes de General Roca organiza la “V Vuelta de la Manzana”, que tenía 4 etapas y un total de 2.143,870 Km. en ese discutido Grupo 2 de competición. Rattazzi participa en dicho evento con aquella 1600 Coupé de la clase B, con el número 135, causando asombro a todos: “¿…Y este de dónde salió…? ¿…Quién lo conoce…? ¿…Por qué le dan un coche para correr…?”

Foto 5

Tales eran las expresiones de fascinación ante la actuación de Rattazzi. Se lo designa como piloto oficial en Fiat, a través de Miguel Ángel Galuzzi quien era el Direc. de pruebas. Este tipo de carreras fueron propicias para la promoción de nuevos valores, que eran desconocidos localmente. La rivalidad Fiat vs. Peugeot tuvo como correlato una historia imborrable en nuestro automovilismo nacional, ya sea en pista o en la montaña.

Equipos Comisión de Concesionarios Fiat, o Scuderia Concesionarios FIAT

Rattazzi obtiene el triunfo en el Turismo Grupo 2. Ante el desconcierto del público argentino, reacio ante un piloto extranjero desconocido que participaba en el ripio sobre caminos del sur argentino, expresaba:

“…En estos momentos, el 70% de mi sentir es italiano. Pero cada día me siento más argentino. La gente y el país me gustan sobremanera. Sin embargo, en el aspecto de conducción creo que ya nadie puede dudar de mí. Por eso estoy contento…”

En los 600 Km. “Partido de San Isidro” de Turismo G2, prueba de pista que se corrió en el Autódromo Municipal, mostró el número 119 y humilló contrincantes. Rugía y ganó la 1º serie, con un tiempo de 2h. 24m. 46s. y también la 2º serie, con 2h. 16m. 42s. clasificando con 4h. 41m. 28s. en el total. Así demostró que podía conquistar las pruebas tanto en pista como en ripio.

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En el “Desafió de los Valientes”, prueba organizada por Fiat para promocionar el modelo 1600, corrió con el número 18 y se desconcertó con malestar al saber que era un evento sin navegante. Sin duda, extrañaba su cuaderno de notas que le daban la información para el recorrido de la prueba, que contó con 15 inscripciones en la planilla.

Foto 6 bis
Estados Unidos de América, casamiento y empresario

En 1973 obtiene un MBA (Master in Business Administration) de la Harvard University en los Estados Unidos, país donde residió por 2 años. Luego fue Direc. de planeamiento en la Fiat Automoveis S.A. de Brasil. Justamente es la despedida del 124 y llegaría el estreno del Fiat 131 Mirafiori, e/e.- los cambios frenéticos que la industria automotriz experimentaba en aquellos años.

Contrajo matrimonio con Sonia del Carril Ferreccio, de origen argentina, de quien luego de 20 años se divorciaría. Tuvieron 3 hijos: Alexia, Urbano y Manuela.

Fue presidente de Fiav C.A. de Venezuela. En 1977, asume en Iveco Unic S.A. de Francia como presidente y Direc. general. Es nuevamente Direc. de planeamiento hasta 1982 en Impresit - Sideco S.A., dedicada a las construcciones. Asume como vice-presidente de Iglys S.A. con responsabilidades en el área de ingeniería. Al mismo tiempo, formó parte del directorio de la Banca Nazionale del Lavoro Argentina S.A. En 1990 fue la voz díscola del empresariado. Es presidente en Iglys S.A. desde 1996, tiene a cargo la Fiat Auto Argentina, período en que mejoran los índices de baja emisión y el consumo por medio de motores Multi-Jet, campo a diesel Multi-Air, dispositivo cilíndrico que motorizaba las nafteras. Su punto de vista: 

“…el mercado interno y exportar a Brasil y otros mercados de la región, principalmente, así como importa para completar la oferta de productos, ya que es una industria global que opera regionalmente…”

Coches ecológicos y más competencias

En 2002, como presidente de la Fiat Argentina, Rattazzi da impulso a los autos ecológicos en colaboración con la filial de Brasil dentro del marco del MERCOSUR. Los modelos son livianos e incorporan electrónica de avanzada. Hay prototipos y modelos propulsores, híbridos y eléctricos, con baterías recargables.

No duda en calzarse nuevamente el buzo anti-flama para la mono-marca Fiat Línea Competizione, en  la categoría velocidades. Festeja los 90 años de la marca y fue artífice de la competencia en aquel viejo y recordado TC2000, donde corrían autos idénticos como el Fiat Línea, producto del acuerdo con la escuadra FS Motorsport. El modelo resultó semi-standard con motor impulsor atmosférico de 1900 cm³ y 4c. en línea. A Cristiano le toca el número 10, con incursiones esporádicas en las competencias y sin continuidad.

Foto 7
Afrontaba los entrenamientos de la categoría cuando lo sorprende el fallecimiento de su madre en 2009, en Roma, con quien tenía una relación especial. Con 87 años, “Suni” desarrolló una importante carrera política en Italia: desde alcaldesa, diputada, eurodiputada, ex-senadora y ex-canciller de Italia, convirtiéndose en la primera mujer ministro en la historia italiana. Sin contar su destacada labor como escritora y empresaria del poderoso grupo automotriz fundado por su abuelo.

Con la Abarth Punto Competizione, Rattazzi daría continuidad a su carrera de piloto y lo hizo en el STC2000. Aquí llevó el número 13 y se adaptó a la categoría. Organizó una carrera en la República Oriental del Uruguay e inauguró los Torneos de Apertura y Clausura de dicha categoría. Más un Gran Premio Midas y otras pruebas callejeras.

En 2011 participó en un certamen paralelo, la Copa Chopard y la Copa Corven, en ambas con el número 8. El modelo era un Fiat Abarth Punto EVO de alto rendimiento, tal como lo anunciaron entonces. Tenía un impulsor motor T-Jet sobrealimentado, similar al turbocompresor Garret GT1446, con una entrega de 210 HP en carrera.

Rafael "Turbo" Manrique

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